El solar del Corralón de Blanes, situado en la calle Almendralejo, frente a las traseras del Parador, cuenta con el permiso para continuar con el proyecto urbanístico allí proyectado. La Junta de Gobierno local ha aprobado el proyecto de reparcelación definitivo, lo que deja vía libre a los promotores de la agrupación de interés urbanístico UE-CEN-06, Almendralejo, que preside el constructor Casimiro Campos, de la promotora Aproext, para continuar con el desarrollo de un proyecto que prevé la construcción, en pleno centro de la ciudad, de un aparcamiento subterráneo con 250 plazas de aparcamiento cada una, 4.000 metros destinados a locales comerciales, y unas 40 viviendas construidas en un máximo de cuatro alturas.

El proyecto deberá respetar parte de los restos arqueológicos que allí aparecieron como consecuencia de las catas realizadas desde el año 2005, especialmente dos mausoleos fechados en el siglo I en muy buen estado de conservación. El Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida también emitió un informe favorable para la promoción urbanística siempre y cuando se respetaran los hallazgos.

SIETE AÑOS DE TRAMITES Este proyecto, que se inició en el año 2003, se ha retrasado, además de por las excavaciones arqueológicas, por una disputa entre los promotores y propietarios de los terrenos y el consistorio. El ayuntamiento exigió inicialmente la reserva del 25% de los terrenos a la construcción de viviendas protegidas, en virtud de lo que dictamina la Ley 15/2001 del Suelo y Ordenación Territorial de Extremadura (LSOTEX), lo que fue rechazado por los promotores, amparados por un dictamen del Consejo Consultivo de Extremadura. Este punto recibió alegaciones en contra del propio Casimiro Campos, del exconcejal Gonzalo García de Blanes, del empresario Roberto Vázquez, y del abogado de María Emilia, Katia y Paloma García de Blanes.

NUEVAS EXCAVACIONES Una vez aprobado el proyecto de reparcelación se podrá continuar con las excavaciones en las zonas ocupadas por construcciones aún en pie, que se derribarán una vez concluya el periodo de exposición al público en el que se encuentra la reparcelación definitiva. Como ocurre siempre que se realizan catas arqueológicas, no se pueden fijar plazos para conocer lo que se esconde en los más de 1.000 metros cuadrados que aún hay que analizar. En todo caso el promotor espera que las perspectivas previstas no se vean alteradas y la construcción del complejo comercial y residencial pueda comenzar lo antes posible.