El primer plan de emergencias y protección civil de Mérida ya está elaborado y será aprobado la semana que viene por la junta local de gobierno, algo que también deberá hacer el Gobierno regional para homologarlo.

En el plan participan el ayuntamiento, la policía local y Nacional, bomberos, 112, Cruz Roja y Protección Civil, y está pensado para prevenir y atajar en el mínimo tiempo posible cualquier suceso que atente contra la seguridad de las personas, bienes materiales y medioambiente en la ciudad y su entorno. Entre otras medidas, contempla la señalización de siete puntos de evacuación y la redacción de una guía de avisos. Con su puesta en marcha, el alcalde Angel Calle afirmó ayer, en su presentación, que "desde hoy --por ayer-- los ciudadanos pueden sentirse más tranquilos".

Esos siete puntos de evacuación están distribuidos por distintas zonas, situados en las inmediaciones de la rotonda del puente Lusitania; las avenidas José Fernández López, Hispanidad y Portugal; las calles Pitágoras y José Zorrilla y la barriada María Auxiliadora. Respecto a la guía de avisos, le servirá a los ciudadanos para saber, ante una situación de riesgo, dónde tienen que pedir ayuda.

El plan, que es de obligado cumplimiento para todos los que viven en Mérida, organismos y colectivos implicados, se revisará cada seis meses, dispone de un censo de hidrantes para que los bomberos conozcan dónde están las tomas de agua, la cartografía digital de las llaves de paso del gas e información sobre las zonas de riesgo de cada barrio. Además, en el consistorio se crea una oficina, que hace las veces de centro de emergencia, y que lidera Calle, quien denunció que la mayoría de centros públicos carecen de un plan así.