El lirio del agua, una planta exótica de la selva del Amazonas, se está propagando con rapidez por el río Guadiana. La planta, que también se denomina Jacinto de agua, se puede ver en el Guadianilla y en la desembocadura del río Albarregas, ocupando grandes espacios sobre la lámina del río.

El Jefe de Servicio de Calidad de Aguas de Confederación Hidrográfica del Guadiana, Domingo Fernández, explicó ayer que la presencia de esta planta fue detectada el pasado año "y estamos haciendo un seguimiento para eliminarla".

Entre sus características destacan que tiene una productividad muy grande y que se expanden con facilidad. Crece en aguas tranquilas y de poco corriente. Flotan, pero algunas veces echan raíces en las orillas. Su presencia es notable "entre la desembocadura del río Ruecas y el embalse de Montijo", afirma.

El número de plantas que hay es tan grande que la confederación ha descartado eliminarlas con medios mecánicos, "porque su coste sería elevado". Ante esta situación, van a poner en marcha un proyecto para erradicarla a base de herbicidas. Para ello harán experimentos en charcas desconectadas del río. El objetivo es buscar una fórmula que las elimine sin dañar el ecosistema, "ya que queremos erradicarla para la próxima campaña", aseguró Fernández.

De momento ignoran cómo ha podido llegar a la capital extremeña, "quizás una maquinaria de otro país o un ave, pero sólo son hipótesis".