De las disputas del PP en toda España, comenzando en Madrid con Gallardón, las extremeñas son pecata minuta. Pero no dejan de molestar. Son muchos frentes abiertos.

Madrid ha llamado a Carlos Floriano y a Oscar Baselga por separado para tratar la solución, hacer una sola lista y que ambos se entiendan, aunque hay un tercero, que es Pedro Acedo, que se encuentra en el mejor puesto para el aguardo de las piezas en esta cacería.

Desde la plaza de España, mirador y paso de tórtolas donde los haya, el exconcejal, Primitivo Muñoz. y su esposa, la diputada regional Leonor Nogales, se encontraron en el kiosco Jauja con el alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, y en el de Paquito, que ahora se llama Juli, estábamos con los exconcejales José Luis Ortiz Belda y José Pérez Garrido tomando una copa y viendo como pasaba con su esposa Rocío Montero, emeritense de pura cepa, Oscar Baselga y, como en una linea de intercesión, Ignacio Sánchez Amor, ajeno a la movida del fin de semana, que venía de la compra con dos buenas y repletas bolsas.

Ambos se van a sentar para hacer una lista, discutirán y al final tendrán que ceder en alguna cosa ya que el que gane va a tener en frente a un buen número de afiliados y pesos gordos que le van a hacer imposible su legislatura. Si gana Floriano en las elecciones provinciales: Badajoz es para Baselga y Cáceres para Floriano.

Si es al contrario pasa lo mismo, es decir, un partido dividido y con heridas sangrando que son las que no se perdonan y tardan en cerrar.

En la calle Génova están preocupados, no ya por los muchos frentes abiertos, sino por intentar cerrar ciertos sectores y posibilitar el consenso. Difícil, pero en política los insultos y los gritos se convierten en abrazos y piropos en un abrir y cerrar de ojos y aquí no ha pasado nada. Al tiempo.