La recién remodelada plaza de Pizarro no va a tener los naranjos que en su día anunciaron. En su lugar, el ayuntamiento, ahora gobernado por el PSOE, ha decidido retocar el proyecto inicial y en lugar de plantar naranjos, que es lo que estaba previsto, va a colocar árboles de sombra, tal y como la asociación ecologista Adenex pidió cuando se anunció la propuesta.

Al parecer, los naranjos no son una especie adecuada al lugar ya que "no soportarían las altas temperaturas que soportan los espacios abiertos en primavera y verano". Los árboles de sombra son más idóneos para esta zona ya que brindan protección suficiente, propician un microclima de sombra en verano y aportan luz en invierno. Pese a todo, aún está por determinar qué especie se escogerá para la nueva plaza.

La reforma ha costado cerca de 200.000 euros y ha sustituido unos 12.000 metros cuadrados del antiguo pavimento por baldosas de granito. Además, se ha colocado una pequeña fuente en el centro de la plaza y se ha instalado nuevo mobiliario e iluminación. También se han retirado los muros que rodeaban el perímetro, que han sido sustituidos por vallas metálicas.