Desde ayer, en Mérida no hay gerencia municipal de urbanismo como organismo autónomo, tal y como ha ocurrido en los últimos años. El pleno, primero de la nueva corporación, aprobó, con los votos a favor del PSOE (13) y en contra del PP (9), la disolución de la entidad que hasta ahora ha gestionado todos los proyectos urbanísticos en la ciudad. Los motivos argumentados por el PSOE son la falta de agilidad y eficacia y exceso de gastos. A partir de ahora, será la delegación de Urbanismo la que asuma todas las competencias que tenía la gerencia, y lo hará, en principio, mediante una servicio municipal de urbanismo, según apuntó ayer la delegada del ramo, Estrella Gordillo.

Este fue el principal punto tratado en el pleno, que comenzó con un minuto de silencio al cumplirse los diez años del asesinato a manos de ETA del concejal del PP en Ermua Miguel Angel Blanco, y que estaba lleno de público. Gordillo argumentó que con esa gerencia "se estaba creando un ayuntamiento paralelo", y motivó su propuesta de disolución en que "no se han cumplido los principios de eficacia, economía y agilidad"; además de que "ha habido confusión de competencias y trato de favor en algunos casos".

A su juicio, "no se ha tenido control del gasto, no hay un registro de aprovechamiento ni inventario de suelo, y hay una gran cantidad de expedientes retenidos sin saber por qué". Asimismo, criticó la elevada plantilla que tenía (70 personas).

Sin embargo, la portavoz del PP, Pilar Vargas, negó tales argumentos y aseguró que "sólo hay que darse una vuelta por la ciudad" para ver la buena gestión realizada por la gerencia de urbanismo, e indicó que Cáceres se plantea crear una.