Cerco a la venta de drogas en San Lázaro. Agentes de la policía nacional han detenido en esta barriada a 11 personas pertenecientes al mismo clan familiar como presuntas autoras de un delito contra la salud pública de tráfico de drogas y ha desmantelado dos puntos de venta de estupefacientes. De los registros realizados en tres domicilios, la policía se ha incautado de 240 dosis de heroína y diez de cocaína, además de utensilios para la elaboración y el posterior menudeo de estas dosis. Los detenidos, tres mujeres y ocho varones, de entre 22 y 58 años, han sido puestos a disposición judicial.

La investigación policial se remonta al pasado mes de julio, cuando los agentes adscritos al grupo de estupefacientes de la comisaría de Mérida tuvieron conocimiento de la existencia de varios puntos de venta de droga en la barriada de San Lázaro, según informa la policía en nota de prensa. Los dos domicilios pertenecían a un mismo clan dedicado, sobre todo, al «trapicheo» de cocaína y heroína. A partir de ahí, se puso en marcha un dispositivo de vigilancia «discreta» sobre esas viviendas y sus moradores, lo que llevó a los policías a la conclusión de que «existía otra vivienda que servía de almacén de uno de ellos, al que acudían para reabastecerse de droga».

Para seguir ampliando las informaciones, se llevaron a cabo también numerosas intervenciones policiales en las inmediaciones de las casas investigadas, ubicadas en la calle Trujillo y Hervás de la ciudad, y que «corroboraban el hecho de la venta de cocaína y heroína en pequeñas cantidades a conocidos consumidores habituales de estas sustancias».

Por otra parte, la Fiscalía Provincial de Mérida ha solicitado cuatro años de prisión y el pago de una multa de 392 euros para un hombre acusado de vender sustancias estupefacientes en la misma barriada. La investigación del grupo de estupefacientes de la Policía Nacional de Mérida se inició a raíz de denuncias verbales de vecinos anónimos que apuntaban al acusado, según recoge Efe, tras tener acceso al escrito de acusación. El día 2 de julio del pasado año, se preparó un dispositivo de vigilancia policial en la calle Plasencia que permitió observar como el ahora acusado «hacía entrega de una papelina a cambio de dinero». En concreto, tras ser interceptados y cacheados, los efectivos policiales hallaron 97 euros y diez papelinas de heroína y cocaína. Las papelinas intervenidas al encausado «estaban destinadas a su venta y tenían un valor total de 196 euros», según apunta la Fiscalía.