Continúa la 'guerra' contra el consumo de alcohol entre los jóvenes. El delegado de Policía Local, Félix Palma, confirmó ayer que se están intensificando los controles para poner cerco al botellón en el centro de la ciudad y los entornos monumentales, pues con la llegada del verano y las vacaciones hay más presencia de jóvenes en la calle y la problemática aumenta. "Los agentes ya tienen órdenes y se pasean continuamente por las zonas monumentales para minimizar su impacto", afirma Palma, que asegura que la policía local seguirá actuando para evitar este tipo de prácticas "en la medida de lo posible".

El delegado explica que los agentes desarrollan estas actuaciones de forma permanente, pero con la llegada de la época estival las reuniones para beber en la calle proliferan más, sobre todo por la noche, y por ello se trabajará si cabe con mayor intensidad. El Templo de Diana, la alcazaba árabe y el paseo del río entre los puentes Romano y Lusitania son las zonas en las que los jóvenes suelen concentrarse para beber.

AL FERIAL Normalmente, los policías municipales actúan disolviendo estos grupos e "invitan" a los chicos a que se marchen a la zona del recinto ferial --es el lugar autorizado para realizar botellones en Mérida-- y se coloquen lo más lejos posible de las viviendas para no molestar a terceras personas. Palma recuerda que los botellones generan mala imagen, con lo que esto supone para una Ciudad Patrimonio como Mérida en plenas vacaciones y con el Festival de Teatro Clásico desarrollándose. A ello se se suma la "gran cantidad" de suciedad que se genera, con bolsas, latas y botellas por los entornos monumentales, y los destrozos en el mobiliario urbano. Estas acciones, recuerda el delegado, afectan al patrimonio de todos los ciudadanos, "no solo al del ayuntamiento".

Para luchar contra este tipo de prácticas, el gobierno municipal ya solicitó permiso a la Delegación del Gobierno en Extremadura para que los policías locales pudieran actuar de paisanos, una medida que en el caso de los botellones resulta bastante efectiva y que Palma asegura que se va a seguir llevando a cabo. Estas actuaciones se unen a las inspecciones que comenzaron a hacerse el año pasado en la Feria de Septiembre en las tiendas de alimentación que vendían alcohol sin permiso, incluso a menores, y también a los controles de alcoholemia que se practican a los conductores durante los fines de semana.