En multitud de ocasiones he pedido en los distintos medios de comunicación en los que he colaborado, la implantación en la sede de la Universidad de Extremadura (Uex) en Mérida de una Escuela de Bellas Artes, ya que nuestra situación geográfica, nuestro patrimonio arqueológico y la propia necesidad universitaria y cultural así lo demandan.

Siempre se nos dijo que por unas razones u otras, la universidad extremeña estaba sobresaturada de títulos universitarios oficiales y que incluso habría que reducir algunas de las facultades de las ya existentes, porque Extremadura no se podía permitir una universidad tan grande.

Ahora y después de tantas negativas a Mérida, resulta que para el curso 2013-2014, la Uex pretende incluir en su oferta, el título del grado en Psicología en la Facultad de Educación de Badajoz, sin entrar en más averiguaciones.

En cambio la Consejería de Educación y Cultura, en lo referente a la Escuela de Bellas Artes, se encoge de hombros y afirma que estudiará la viabilidad de su implantación en Mérida, pero también que "respetará la autonomía de la universidad", cuando sabe que la misma, descarta poner en marcha este grado.

Si mal no recuerdo, la idea de la petición de la Escuela de Bellas Artes viene de muy lejos, pues la iniciativa partió de una propuesta del Colectivo Lvsitania y más tarde la reivindicó a título individual Antonio Vélez Sánchez , haciéndose eco de una reiterada y vieja aspiración emeritense.

Luego la secundaron todas las organizaciones de Mérida y hasta se creó una comisión técnica con representantes políticos de nuestro consistorio y del mundo de la enseñanza y la cultura emeritense. También estaban integrados representantes de la Escuela Superior de Arte y Diseño y al final se nos denegó abiertamente; en cambio en otras ciudades de la región, los grados llueven del cielo sin esfuerzo de ningún género. Es decir, que se ve claro que no interesa que Mérida crezca bajo ningún concepto.

Ahora ya me podrán tachar de localista, pero ¿a quién le echamos la culpa de esta desafección política, cuando ni con políticos emeritenses lo conseguimos?