El secretario general del PP de Extremadura, César Díez Solís, calificó ayer de una "vergüenza y un escándalo", el compromiso de la Junta con el ayuntamiento para pagar una deuda de 1,8 millones de euros en concepto de impuestos que reclamó insistentemente el anterior equipo de gobierno del PP, sin éxito, y que incluso llevó a los tribunales.

Díez Solís considera que sí ya es grave que la Junta no esté al día en el pago de sus impuestos municipales, lo es más es que un gobierno regional ponga "un celo extraordinario en asfixiar a los ayuntamientos del PP".

PROCESO DE DIALOGO Por su parte, el ayuntamiento ha contestado que con la Junta se ha abierto un proceso de diálogo "que conducirá a satisfacer la deuda que la administración regional tiene contraída con el consistorio emeritense".

"Gracias al clima de absoluta cordialidad existente entre ambas administraciones, el alcalde de Mérida, Angel Calle, y los responsables de la Junta de Extremadura, han llegado a un acuerdo que contempla la satisfacción de dicha deuda", afirma el ayuntamiento en nota de prensa.

Por tanto, consideran que carecen de "toda lógica" las acusaciones efectuadas por el secretario general del PP regional, en las que éste afirma que es un "escándalo" que la Junta haya esperado a que gobernara el PSOE en Mérida para sufragar la deuda.

Estas declaraciones, a juicio del consistorio emeritense, no hacen sino mostrar el "absoluto desconocimiento" del Partido Popular extremeño sobre la cuestión y su "impotencia al contemplar cómo ahora reina el diálogo abierto entre la administración regional y la administración local, mientras el anterior equipo de gobierno del Partido Popular, debido a su cerrazón, estaba enfrentado con todas las administraciones y habitualmente se encontraba solo a la hora de afrontar las dificultades".