El PP solicitó ayer la dimisión del delegado de Recursos Humanos, Juan Espino, sumándose así a la reclamación del presidente de la Junta de Personal del ayuntamiento, Juan Francisco Jiménez, quien entregó el lunes un escrito firmado por cinco miembros del citado organismo. Entre ellos no se encuentran los representantes de UGT ni CCOO.

El concejal Francisco Miranda, justificó su postura en la política de "premios y castigos" impuesta por el delegado de Recursos Humanos. Esta forma de actuar, añade, se hará efectiva con la aprobación de la Relación de Puestos de Trabajo (RPT), que recoge la asignación de puestos diferentes para varios trabajadores por expresar determinadas carencias.

El presidente de la Junta de Personal, por su parte, subraya que Espino "no ha sido capaz de hacer frente a la responsabilidad debida de su cargo". Jiménez comprende que el ayuntamiento no pasa por su mejor momento para cumplir los compromisos salariales adquiridos, pero por este mimo motivo le resulta "más difícil entender" la creación de nuevas figuras, como el Director de Seguridad.

El propio Espino se defendió ayer afirmando que no se puede solicitar el cese de un concejal esgrimiendo argumentos genéricos y sin aportar pruebas. Además, recibió el apoyo del alcalde, Angel Calle.

Desde CCOO consideran que la propuesta del presidente de la Junta de Personal, que es también el representante del Sindicato Profesional de Policías Municipales (SPPME), obedece a la reciente exclusión de esta organización de la Mesa General de Negociación del ayuntamiento, al no contar con la representatividad necesaria para pertenecer a este órgano de negociación.