Si el equipo de Gobierno local de Mérida decide finalmente solicitar nuevos créditos tendrá que hacerlo sin el apoyo del Grupo Municipal Popular. La concejala Begoña Saussol dejó ayer claro que su partido no quiere contribuir a engordar "ni un euro más" la deuda del consistorio, que cifró en cerca de 60 millones de euros.

Dado que el ayuntamiento aún no ha sobrepasado su capacidad para endeudarse, el gobierno de Angel Calle sopesa esta posibilidad con el fin de afrontar el gasto corriente. Con esta intención pretende apoyar una propuesta de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) que permitiría a los ayuntamientos endeudarse en 2011, pero no para sufragar inversiones, sino para destinar estos recursos al gasto corriente, que incluye la liquidación de facturas atrasadas con sus proveedores.

Este será uno de los asuntos que se tratarán en una junta de portavoces. Este encuentro, tal y como se acordó en el Pleno la semana pasada, se había fijado inicialmente para el viernes pasado, pero finalmente no se celebró.

La concejala del PP Begoña Saussol compareció ayer en rueda de prensa para decir que la citada reunión no se celebró porque no había sido convocada "en tiempo y forma". En todo caso, dijo que su partido no acompañará al equipo de Gobierno en ninguna propuesta que suponga aumentar la deuda del consistorio. La portavoz municipal, Estrella Gordillo, replicó que la convocatoria se hizo con un día de antelación para abordar lo antes posible cuestiones que se estaban debatiendo en el pleno sin que estuvieran incluidas en el orden del día, y aseguró que si no se celebró la reunión fue porque su homólogo del PP, Fernando Molina, excusó esa misma mañana su ausencia por motivos personales.

En dicha reunión también se tratará de buscar el consenso entre los grupos políticos para reclamar al Gobierno central que rectifique las partidas de los proyectos previstos en Mérida incluidos en los Presupuestos Generales del Estado. El objetivo no es otro que subsanar en el trámite parlamentario los recortes en las partidas recogidas para proyectos como la ampliación del Museo Nacional de Arte Romano, que aplazan su finalización dos años, el retraso en la inversión prevista para la remodelación de teatro cine María Luisa, o la desaparición de los fondos destinados para la modernización del Parador, entre otras cuestiones.

Según dijo Saussol, esta reunión es una excusa del Gobierno local para no aprobar una moción presentada por los ediles del PP en el pasado pleno en la que reclamaban, en esta misma línea, el mantenimiento de las inversiones previstas en Mérida.