En prealerta por sequía. Así se encuentra la presa de Alange, de la que se abastece la ciudad de Mérida, que almacena actualmente 343 hectómetros cúbicos de agua; el 39% de su capacidad. Si se compara la situación con la de hace un año; este embalse ha perdido 8,5 hectómetros cúbicos de agua, según los datos de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG). Además; los embalses de Proserpina y Cornalvo se encuentran al 82,5% y al 25,6%; respectivamente.

Para situaciones como esta, de «prealerta», la CHG tiene una serie de medidas especificadas en su Plan Especial de Sequía. Las principales son el incremento del control de los indicadores de sequía, con mediciones y análisis mensuales; activación del plan de emergencia para los abastecimientos de poblaciones de más de 20.000 habitantes; instar al buen uso del agua para regadío, revisar el programa de desembalse; intensificar la vigilancia sobre los vertidos, la operatividad de las depuradoras y la aplicación de las buenas prácticas agrícolas; y en los sistemas en que coexistan abastecimiento y riego, se establecerá una reserva para el abastecimiento equivalente a dos años de suministro.

Estos datos sobre la situación actual de estas presas corresponden al almacenamiento de agua a fecha 13 de agosto colgados en la página web de la CHG. La peor parte, y de manera destacada por su tamaño y la importancia que tiene para la ciudad, se la lleva la presa de Alange, que está al 39%%, el peor porcentaje de todas las presas que gestiona la CHG en la provincia de Badajoz, solo por detrás de la de Cornalvo.; lo que ha llevado a la Confederación a calificar la situación de sequía de prealerta.

Cornalvo no está mejor; pero su relevancia es infinitamente menor. Almacena 0,8 hectómetros cúbicos de agua (el 25,6% de su capacidad máxima), pero está en mucha mejor situación que hace justo un año, cuando ni siquiera alcanzaba el 13% de su capacidad (0,4 hectómetros cúbicos).

Más aliviado es el estado de Proserpina, que almacena en la actualidad 4,2 hectómetros cúbicos; 0,5 más que hace un año, y está al 82,5% de su capacidad máxima.

LA PEOR SITUACIÓN // Además de la de Alange, la presas de Llerena también está en situación de «prealerta» por sequía (no llega a 5 hectómetros cúbicos de agua embalsada); mientras que de los demás embalses que gestiona la Confedración Hidrográfica del Guadiana, los que están en peor situación son los de Torre de Abraham y Vega del Jabalón, en la provincia de Ciudad Real, ambos en «alerta» por sequía.