La venta ilegal ambulante ha provocado que durante todo el año 2004 y los seis primeros meses del 2005 --últimos datos facilitados por la policía local-- que los comerciantes hayan presentado 58 quejas y un total de 131 requerimiento policiales en este período. Esta práctica ilegal ha aumentado durante los últimos años, ya que a lo largo del 2003 los agentes recibieron 88 llamamientos y practicaron sólamente 6 denuncias. Además, la situación ha llevado a que la Asociación de Vecinos de Nuestra Señora de la Antigua haya denunciado un caso de agresión ocurrido este fin de semana. Según este colectivo, varias personas se abalanzaron el viernes sobre el coche de un comerciante que les había recriminado por practicar la venta ambulante.

Los últimos informes de la policía local en esta materia apuntan a que en el primer semestre de este año los agentes recibieron 17 requerimientos por venta ilegal ambulantes y 15 denuncias al respecto, frente a los 35 llamamientos y 8 denuncias presentadas en ese mismo período del año 2004. En total, el pasado año, esta irregularidad provocó 114 llamamientos a la autoridad policial y 43 denuncias.

MAS POLICIAS En este sentido, una de las zonas más castigadas por esta práctica ilegal es la barriada de La Antigua. Por ello, la asociación de vecinos reclama una mayor presencia policial para evitar este hecho y las amenazas que, a su juicio, reciben los comerciantes de la zona.

Este colectivo asegura que la venta ambulante "es cada vez mayor", y que en las calles de la barriada "se vende de todo" sin que la Administración local tome medidas. Sin embargo, reitera la asociación, lo más grave son las "amenazas e incluso algunas palizas" que están sufriendo los comerciantes.

A este respecto asegura que el pasado viernes varias personas "se abalanzaron sobre el coche de un comerciante", aunque "por suerte se quedó solo en eso, pero estuvo a punto de que ocurriera algo más grave".

Por todas estas circunstancias, este colectivo vecinal reclama una mayor presencia de policías, sobre todo en el momento en el que los comerciantes cierran sus establecimientos.