El presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, tomó posesión de su cargo con toda la parafernalia. Del Gobierno, el ministro de Administraciones Públicas, Javier Arenas, que tiene buena química con Ibarra. No faltó el expresidente del Gobierno, Felipe González, el Secretario General del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, y el exministro del Interior, José Barrionuevo. Echamos de menos a Alfonso Guerra. Todos pendientes, no sólo del discurso, sino del cambio de gobierno que se produjo ayer. No quisimos faltar, después de treinta años en esta tarea merecía la pena estar en un momento como este.

Nuestro director nos presentó a la alcaldesa de Plasencia, Elia Blanco, guapa, buen tipo y con clase. Dimos un buen abrazo a Chema Corrales, que de medio ambiente sabe lo suyo. Hicimos en estas páginas muchos trabajos juntos. Manolo Amigo, actual consejero de Economía, Trabajo, Industria, Comercio, Turismo y Empleo y por si fuera poco lo nombra Portavoz del Gobierno, con su inseparable Antonio Pacheco, magnífico escritor y poeta. Charlaba con un oftalmólogo. De ahí su vista. De lince.

Ignacio Sánchez Amor de un lado a otro y preocupado por la decisión del alcalde de Mérida, Pedro Acedo, de prescindir del asistente del Grupo Municipal en el ayuntamiento emeritense, Cecilio Chacón, que lo ha puesto en el paro. Como sigan el ejemplo la Asamblea de Extremadura y la Diputaciones más de un asistente y trabajador de los grupos políticos van a seguir el mismo camino. Nadie se explica esta decisión. Y los hay en el grupo parlamentario del PP bastante mosca.

Y ayer Rodríguez Ibarra, sereno, dió su nuevo gobierno. Los periodistas estaban haciendo su particular quiniela, no acertó ni uno. La sala de prensa se quedó pequeña. Salen para dar la noticia los de radio, en las consejerías escuchando. Más de uno tuvo su sorpresa. Rodríguez Ibarra no falla, siempre hace lo mismo.