Austeridad, pero manteniendo los servicios básicos para los ciudadanos. Esa es la premisa fundamental que baraja el equipo de gobierno estos días a la hora de perfilar los presupuestos municipales para el próximo año. La situación de crisis va a obligar a hacer recortes significativos, que van a llegar hasta el 20% en algunas delegaciones y con la previsión de que los ingresos van a seguir bajando, según apuntan fuentes municipales. En la actualidad, todas las áreas municipales están enviando sus propuestas de ingresos y gastos a la Delegación de Hacienda del ayuntamiento para cuadrar las cuentas, con la intención de que sean aprobadas en pleno antes de que termine este año.

La receta ante esta complicada situación financiera es simple, habrá menos gastos corrientes, pero es "imprescindible" mantener los servicios sociales a los emeritenses. Además, hasta la fecha "no se ha barajado" nada en relación a los impuestos para el 2010, cuestión muy de actualidad tanto a nivel nacional como autonómico.

A este respecto, desde el gobierno local ya se ha reiterado que nadie debe esperar unas cuentas grandilocuentes y que las mismas van a tener unas prioridades claras: el mantenimiento del gasto público, de los servicios sociales y de personal, ya que "todo lo demás está supeditado a la creación de empleo --una prioridad-- en la medida en que se pueda y a mantener los servicios sociales de base", según manifestó el pasado mes el alcalde de Mérida, Angel Calle.

71 MILLONES DE EUROS Las cuentas actuales fueron aprobadas por unanimidad de los concejales socialistas y populares el pasado 29 de diciembre y ascienden a 71 millones de euros, 20 de los cuales son para pagar a los funcionarios municipales, lo que representa el 30% del total del gasto. Además, la previsión de ingresos se fijó entonces en 74,5 millones de euros, un 11,3% menos que lo recaudado en el 2008, con la crisis económica ya instaurada en la sociedad.