Julia Mayoral Márquez nació en Santa Amalia, en la calle Madroñero 6, el 15 de mayo de 1902. Estudió Primaria en su pueblo y Magisterio en Badajoz, donde se preparó las oposiciones. Santa Amalia le ha dedicado un grato recuerdo en una revista que se ha publicado recientemente.

Su primer destino como maestra fue Alange, donde tomó posesión el 26 de enero de 1933 y en esta época se la nombra alcaldesa, noticia que se recoge en el Heraldo Extremeño: "Con motivo de haber sido elegida alcalde de Alange la cultísima maestra nacional, señorita Julia Mayoral, el gobernador civil, señor Cenamor, fue a darle posesión, y al dirigir la palabra al pueblo, elogió a la mujer extremeña y a la República, que ha concedido la intervención de la mujer en la política".

La crónica de este periódico contradice lo que comentó en su discurso el gobernador civil ya que en la dictadura de Miguel Primo de Rivera fueron varias las mujeres asambleistas de las de entonces Asamblea Nacional y alcaldes y concejales. Pero, este nombramiento avivó la polémica de la intervención de la mujer en la política activa cuando era una época eminentemente machista. Entre los distintos diarios de entonces hubo bastante polémica con este asunto, no por el nombramiento de Julia Mayoral, que el poco tiempo que estuvo supo ganarse la confianza del pueblo de Alange, sino por la disputa de quienes llevaban o no razón.

SU DIARIO Julia Mayoral escribió un diario sobre su paso por la alcaldía de Alange, diario que lo tenía su hijo Antonio Seguro Mayoral, que murió en un accidente el día 5 de junio de hace un año; diario que, con su muerte, ha desaparecido. En este diario contaba todas sus vicisitudes como alcaldesa. Tuvo la valentía de que los bares se cerraran a las diez de la noche y los obreros estaban encantados con ella porque había resuelto el problema del paro.

Su nombramiento vino como consecuencia de una comisión gestora ya que el Parlamento decidió anular los resultados de las elecciones municipales. Julia Mayoral representaba al sector de los funcionarios públicos y contaba con la simpatía y el beneplácito de toda la población al conocer su comportamiento en la enseñanza, donde demostró su valía como mujer y su preparación intelectual.

La recién nombrada alcaldesa no salía de su asombro ya que ella misma confesaba que siempre se había mantenido al margen de la política y su dedicación estaba encaminada a la enseñanza, pero aceptó el nombramiento.

LA FAMILIA Su llegada a Mérida vino con una permuta que hizo con su madre que estaba destinada en Mérida y ella en Villagonzalo, pronto ambas se encontraron en la ciudad. Conoció al Jefe de Correos en Mérida, Adrián Seguro, y tuvieron cuatro hijos: Eduvigis, que siguió la carrera de su madre; José, funcionario de la Confederación Hidrográfica del Guadiana; Adrián que estudió Ingeniero Industrial y Medicina, carrera que desempeñó durante algún tiempo, ya los tres jubilados, y Antonio, Aparejador, que murió hace un año en un accidente de automóvil.

Murió en la madrugada del día de San José, el veinte de marzo, a los ochenta años de edad. Cinco años antes, y el mismo día, moría su marido Adrián Seguro. No hay duda que está considerada como la primera mujer que realizó las funciones como alcalde en España.

En este año que celebramos los veinticinco años de democracia y que se han reunido todos los alcaldes de España en distintas poblaciones, hemos querido traer el recuerdo de una mujer que conocimos personalmente y era una gran amiga de mis padres. Fue una mujer trabajadora y dejó huella tanto en el aspecto político como en la enseñanza, donde se jubiló en el colegio Federico García Lorca, que entonces se llamaba Ibáñez Martín, pero que se le conoce en la ciudad como El Calvario, por estar en la calle que lleva este nombre.