La Feria del Libro de Mérida, que este año cumple su trigésima edición, ya tiene cerrada su programación. El pasado 29 de abril se ofreció un avance de las actividades y los autores que tenían previsto asistir al evento, que este año vuelve al parque López de Ayala. Ayer el ayuntamiento dio por cerrado un programa cargado de actividades y de alusiones a la historia de la feria, pero que no cuenta en su cartel con ningún autor de renombre.

Ni Almudena Grandes, ni Carmen Posadas, ni Angeles Caso, nombres que sonaban durante la presentación del programa, finalmente estarán en Mérida entre el 1 y el 5 de junio, días en los que se celebra un acontecimiento cuyo presupuesto no se escapa de los recortes presupuestarios a los que se ha sometido a buena parte de los eventos que organiza el ayuntamiento. 60.000 euros es la cantidad destinada a este fin, la misma que el año pasado, para organizar más de 60 actividades y la asistencia de más de 20 autores, si bien ninguno de ellos destaca entre el gran público, salvo el extremeño Jesús Sánchez Adalid, y José María Merino, miembro de la Real Academia Española y ganador de dos premios nacionales.

El autor gallego será el encargado de inaugurar la feria el miércoles 1 de junio, y además participará en una charla coloquio. Por su parte, para el encuentro con el autor de El Mozárabe o Los milagros del vino , su última novela, habrá que esperar a la charla prevista para el viernes a las nueve de la noche en la Caseta de Escritores.

Las actuaciones musicales mantienen el protagonismo de ediciones anteriores, de forma que por el escenario que se instalará en el parque López de Ayala pasará el espectáculo flamenco de Juan y Miguel Vargas y la música de Gecko Turner.

El cierre de la feria tendrá lugar el domingo día 5 de junio de la mano de Miguel Murillo, que presenta La piel de Macbeth .

DE CALIDAD El delegado de Cultura, Julio César Fuster, reconocía durante la presentación del programa, cuando aún no estaba cerrado, que se trata de "escritores no muy mediáticos pero su calidad está fuera de duda".

Para los libreros de Mérida esta feria se convierte en una nueva oportunidad para remontar en las ventas de ejemplares, que han venido descendiendo en los últimos años. Además esperan que las ventas mejoren con el regreso al parque López de Ayala tras el exilio obligado del año pasado a la plaza Margarita Xirgu por las obras de remodelación del enclave habitual de la feria del libro emeritense, ya que los resultados de hace un año no fueron los esperados.