El historiador municipal del Consorcio de la Ciudad Monumental, Francisco Morgado, ha propuesto la recuperación del denominado Camino de Santa Eulalia , nombre que tuvo que tener las vías de acceso a Mérida para los miles de peregrinos que a lo largo de los siglos han visitado la basílica de Santa Eulalia para rendirle culto.

La propuesta, recogida en el boletín Foro del Consorcio, señala que las instituciones se deberían plantear recuperar este camino para potenciar las visitas a Santa Eulalia aprovechando el paso de visitantes a pie, caballo o bicicleta para ir al monasterio de Guadalupe o a Santiago de Compostela, siguiendo, en esta caso, la ruta de la antigua Vía de la Plata.

Además señala que la basílica de Santa Eulalia se puede convertir en un importante foco de turismo religioso y cultural, ya que "una detallada visita a la iglesia, excavación arqueológica y Centro de Interpretación se convierte en una lección de historia, arte y religión de primera magnitud, porque en ella se aglutinan interesantes datos sobre la introducción del cristianismo en nuestro territorio, la persecución a los mártires o la evolución de la iglesia en los siglos posteriores".

Morgado explica que la figura de la mártir atrajo a la ciudad, en su tiempo, a numerosos peregrinos, ya que tras su martirio alcanzó gran popularidad y se difundió por todo el mundo, convirtiendo a Mérida en un foco de recepción de peregrinos.

Así, señala, que entre las personalidades de la época que se acercaron a Mérida a rendir culto a la mártir destacan el abad Nancto, procedente del norte de Africa o San Fructuoso, obispo de Braga, y sostiene que algunos de los obispos que regentaron la cátedra emeritense podrían haber llegado a Mérida en peregrinación. Según Morgado, la mejor información sobre las peregrinaciones a Santa Eulalia están en los libros de Paulo, donde narra, en el siglo VI, la fundación de un hospital para peregrinos y enfermos de la ciudad.