El ayuntamiento debe poner en marcha una serie de ordenanzas para controlar los molestias que puedan ocasionar las industrias, ya sean las derivadas de los malos olores o de los ruidos. Al menos, esto es lo que consta en el Plan Estratégico Local, un estudio promovido por el consistorio y que marcará la línea a seguir para el desarrollo de Mérida durante los próximos 25 años.

En el estudio, que se encuentra en periodo de exposición al público, se señala que en términos generales Mérida no presenta una problemática especifica en este asunto, con la única excepción de los olores producidos de manera intermitente por la empresa Extremeña de Grasas, ubicada en el polígono industrial, lo que está provocando numerosas quejas de los ciudadanos residentes en esa zona.

En cuanto a los ruidos, indica que lo único que se pone de manifiesto es algo común en todas las ciudades, como son los procedentes de las actividades de ocio nocturno.

En este sentido, sugiere que el ayuntamiento debería de realizar "un control real y medido, sobre la calidad del aire, los ruidos y los olores".

OBLIGACION Además indica que este control es una "obligación" municipal, que no se hace "a no ser que sea puesta sobre la mesa por algún incidente, accidente o denuncia".

Por este motivo, en el Plan Estratégico Local se sugiere que el ayuntamiento se dote de las herramientas necesarias para efectuar este control en las actividades industriales, "y poner en marcha una serie de ordenanzas que le permitan alcanzar lo descrito anteriormente mediante un control real. Asimismo, hacer cumplir lo establecido y aplicar el procedimiento sancionador correspondiente en su caso".