La Charca acaba de iniciar una nueva etapa con la puesta en marcha de sus nuevas instalaciones. Atrás quedaron los viejos chiringuitos, sin agua corriente, que han dado paso a unos cómodos establecimientos de madera con tarima para los veladores y con aseos públicos. La nueva red saneamiento evitará los vertidos ilegales al embalse, y se ha habilitado un aparcamiento público para hacer más cómodo el desplazamiento de los usuarios a las nuevas playas.

Son solo algunos de los resultados obtenidos tras las obras realizadas durante cuatro meses por la empresa Movens Terra Ovnis, en las que se han invertido 850.000 euros, incluidos en el Proyecto de Modernización Turística que financia los fondos del ICO, y que se suman a los trabajos que la Confederación Hidrográfica del Guadiana está ejecutando para poner en valor y proteger la presa, así como la construcción de la nueva carretera, ya en servicio.

Por todo ello, el ayuntamiento convocó ayer a todos los ciudadanos a la inauguración de las nuevas instalaciones. Castillos hinchables, piraguas y canoas, talleres para niños en los chiringuitos y la música se encargaron de amenizar la jornada. La cita contó con la presencia del alcalde de Mérida, Angel Calle, que dirigió unas palabras a los asistentes.

Con la puesta en valor de este entorno se recupera uno de los espacios más queridos por los emeritenses, venido a menos en las últimas décadas debido al deterioro de la calidad del agua, que obligó incluso a vaciar el embalse.

Las obras realizadas han permitido la regeneración de las playas, aunque de momento en una dimensión reducida debido a la subida del nivel del agua producida por las lluvias de este año. Los bañistas tienen a su disposición duchas y lavapiés.

Se ha instalado una nueva red eléctrica para abastecer a toda la zona, incluidos los cinco chiringuitos. Entre sus funciones se encuentra permitir el funcionamiento de las bombas que evacuan los aseos públicos que se han instalado.

En cuanto al mobiliario urbano, se han colocado tarimas, contenedores de basura, papeleras, vallas y bancos rodeando todo el perímetro. Finalmente, en el Museo del Agua se ha habilitado un aparcamiento público con capacidad para 400 vehículos, por un euro al día.