Los familiares del Guardia Civil se manifestaron ante la Comandancia de la Guardia Civil y la Delegación el Gobierno. Una manifestación que debería haberse producido em Mérida si se hubiera cumplido la Ley. Pero la ley no se ha cumplido por parte de los gobiernos socialistas ni populares. Cada uno a lo suyo. Y los emeritenses, a joderse.

Primero fue la Delegación del Gobierno, que al ser Mérida capital de la Comunidad Autónoma debía ubicarse en la ciudad con una sucursal en Badajoz, como la de Cáceres. La Comandancia de la Guardia Civil, también, por ley, tenía que estar aquí. Nada.

El ex concejal popular José Luis Ortiz creó una asociación: Mérida futuro, que registró y tiene todos los requisitos legales, en defensa de los emeritense. Dijo que cuando dejara el ayuntamiento se volcaría en pedir lo que nos corresponde. Se quedó en el intento. Por poco no le echan del PP por atreverse a semejante petición, incluso insinuó denunciar a José María Aznar, sólo se le movió un pelo del bigote de uno de su entorno, no del suyo, y por poco Ortiz Belda no fue expulsado por pedir algo legal.

Y ni concejales ni alcaldes han conseguido nada. Era un plato demasiado apetitoso como para molestar a los votantes pacenses y que dos entidades de tal magnitud, aunque fuera por ley, se ubicará en nuestra ciudad.

Miguel Celdrán habló hasta que tenían que pasar por su cadáver. ¡Migué por Dios, que no es para tanto y te queremos vivito y coleando!. Y coleando sigue la cosa, pero la Comandancia de la Guardia Civil y la Delegación del Gobierno siguen en Badajoz. Y no amén.