La subida de las tasas urbanísticas aprobadas por el Gobierno local del PP, y que se aplicarán este año, repercutirá en un aumento final del precio de la vivienda, que el pasado año sufrió un incremento de un 11%.

Así lo afirmó ayer la concejala del grupo municipal socialista, Francisca Chaves, quien señaló que este aumento afecta a los costes de la tramitación de los planes parciales, a las licencias de obras y de derribo o en los estudios de detalle.

Como ejemplo señaló que el pasado año la tramitación de un plan parcial valía 383 euros y ahora costará entre 12.040 euros y 160.527 euros, según el tamaño de la parcela, mientras que un estudio de detalle ha pasado de costar de 187 euros a un mínimo de 500 euros y una licencia de obras vale el 75% del coste de la ejecución de la obra, cuando antes se pagaba el 10%. Además, los proyectos urbanísticos denegados abonarán un 75% más que si fueran aprobados.

Chaves calificó estas subidas como "escandalosas" y "excesivas" y "con el único fin de aumentar su recaudación que ataca directamente a la función pública que cumple el suelo, el derecho fundamental de acceder a una vivienda digna, ya que la convierte sólo en una fuente de ingresos", aseguró.

La concejal socialista manifestó que el dinero que el ayuntamiento recaude irá destinado al encargo de trabajos a terceros (consultorías y asesorías); en complementos salariales en la Gerencia de Urbanismo; o para la compra de un coche, de varios ordenadores, o de una máquina de plotear planos.