Suena fatal cuando te dicen que te han puesto una querella criminal. Lo primero que te preguntas: ¿A quién he matado?. Es un término jurídico referido a una denuncia. Pero suena fatal. Suena mejor una demanda judicial.

En la pasada legislatura las querellas y las demandas estaban a la orden del día. Pilar Vargas y Gonzalo García de Blanes, concejales del PP, no se andaban por las ramas.

Cuando salía Antonio Rodríguez Ceballos con alguna denuncia como portavoz socialista y era posible motivo de juzgado, automáticamente lo sentaban en el sillón, o silla, de los acusados.

Y allí estaba la prensa para fotografiarlo y salía como un delincuente. Luego era desestimada la demanda y aquí no ha pasado nada. Pero sí pasaba. Se sentaba en el juzgado y no es plato de gusto. Lo primero que se lee es que ha sido denunciado y a la espera de la sentencia. La opinión pública ya lo había juzgado y cuando salía la sentencia, y el caso quedaba sobreseído, no impactaba tanto como la foto de Ceballos en el banquillo.

Volvemos a lo mismo. Carmen López ha puesto su caso en mano de sus abogados para demandar, o poner una querella criminal, al portavoz socialista, Angel Calle, por haber dicho en una rueda de prensa que la concejala popular había concedido a dedo la recogida selectiva de residuos sólidos a Fomento de Construcciones y Contratas. Hemos empezado bien. Se acaba un verano calentito y comienza un otoño que arde.