La familia de José Luis Huertas Mora, un joven de Guareña cuyo cadáver apareció en extrañas circunstancias en una vivienda de Guadajira el 4 de marzo del año 2002 pide al ministerio fiscal que "actúe de oficio en el procedimiento penal o civil que le corresponda". Los padres ya han manifestado su deseo de que el cuerpo de su hijo sea exhumado para que le realicen la autopsia que entonces no se le practicó, y mantienen que murió de una paliza, no de un fallo cardíaco como se les dijo cuando falleció.

En un escrito remitido a la Audiencia Provincial de Badajoz, en Mérida, los padres del joven fallecido insisten en que "el fallecimiento no está justificado según el certificado médico de defunción, ya que la causa de dicho impreso está en blanco". Además, aseguran que la licencia para dar sepultura la firma el juez el 6 de marzo del 2002, un día después del entierro.

Por otro lado, señalan que la fecha de inscripción del fallecimiento no es la real.

Son un cúmulo de actuaciones, consideran, que "no se ajustan a la ley ni al reglamento civil", y que les impiden conocer las causas de la muerte de su hijo, por lo que piden "rigidez y firmeza al ministerio fiscal".