El informe que avala el denominado Plan Urban achaca al realojo de la barriada de La Paz de hace una década la "degradación social" que han sufrido los barrios de San Antonio, Cruz Campo, Nueva Ciudad y Bellavista, zona de actuación de este plan y en la que viven más de 13.000 personas. Ese realojo propició la llegada a estas zonas de "habitantes de grupos conflictivos, con escasa capacidad adquisitiva, de bajo nivel cultural y con graves problemáticas sociales", según recoge el documento. Este hecho "ha provocado una progresiva degradación social de esta zona, con el riesgo de convertirse en una zona marginal en la que habiten exclusivamente inmigrantes y colectivos de riesgo de exclusión social".

Fruto de esta nueva situación, el Plan Urban prevé acometer acciones en estos barrios para equiparar las oportunidades y los servicios al de resto de barriadas.

El informe también señala que los medios utilizados hasta ahora para reducir los niveles de marginalidad "han sido débiles, con escasez de medios e instrumentos dedicados a lograr la inclusión social y con una falta de estrategia definida". Ello, añade, hace necesario "llevar a cabo una estrategia global planificada, que dé respuestas y soluciones a los problemas sociales y que implique de manera coordinada a los agentes sociales, las instituciones y al empresariado".

RADIOGRAFIA El documento destaca algunos de los problemas de la zona, tales como bajos niveles educativos (el 25% de la población no tiene estudios y el 70% no supera los obligatorios), baja cualificación profesional de la población activa, bajos niveles de renta, servicios y dotaciones públicas insuficientes, vivienda de baja calidad, nula presencia de internet en los hogares y altos índices de desempleo. Sobre este último punto explica que el realojo hizo que "en poco tiempo estas barriadas pasaran de estar habitadas por técnicos y personal administrativo de la Junta a estarlo por personas procedentes de barrios marginales", lo que contribuyó "a reducir de forma significativa los niveles formativos y elevar la conflictividad social".

Esta situación ha provocado varias "amenazas" en la zona, dice el informe, como son la tendencia a la despoblación, el progresivo envejecimiento de la población (el 18% de los habitantes tiene más de 65 años), el aumento de la delincuencia, o falta de motivaciones en la juventud.