Residentes en la barriada de Santa María denuncian que les han asignado otro médico de familia en el centro de salud Urbano II en San Luis, algo que achacan a una decisión "dictatorial" del gerente del área de salud de Mérida, Andrés Bejarano. Según el presidente de la asociación de vecinos, Benito Garrido, esta decisión "afecta a muchas personas que tenemos el mismo médico desde hace veinte años" y "atenta contra las libertades de los ciudadanos sobre la libre elección de médico".

El responsable vecinal explicó que la gerencia del área sanitaria les ha remitido un escrito en el que les comunica que se ha incorporado un nuevo médico de familia a este centro de salud. Esa comunicación, asegura, "tiene defecto de forma y fondo, porque supuestamente ha sido enviado por la gerencia del área de salud de Mérida, pero no está firmado por nadie, no tiene fecha ni figura registro de salida".

En ese escrito, se argumenta que "con el fin de mejorar la calidad de la atención sanitaria, se ha creado una nueva plaza de medicina de familia para evitar que algunos médicos tengan adscrito un excesivo número de usuarios". Estos cambios, dice la gerencia, "han sido realizados de forma totalmente aleatoria, con un programa informático". El cambio se hará efectivo a partir del próximo 1 de junio.

El presidente de los vecinos de Santa María anima a los usuarios que no estén de acuerdo a que "presenten la pertinente reclamación ante el defensor del paciente, como he hecho yo". En su opinión, "no se ha tenido en cuenta las peculiaridades de cada usuario y no se han parado a pensar el perjuicio moral y psicológico que pueden producir en personas que llevan buena parte de su vida con el mismo médico".