Adaptarse a los cambios no siempre es fácil, si no que se lo pregunten a buena parte de los emeritenses que se subieron ayer a los autobuses urbanos en el día en que entraba en vigor la reestructuración del servicio. Con la nueva red de transporte atrás quedaron las ocho rutas habituales, pues han sido sustituídas por las líneas A, B, C y D para cubrir toda la ciudad.

Entre los usuarios que ayer esperaban el bus en la parada del paseo de Roma se percibía la falta de información sobre las nuevas líneas, a pesar de que un trabajador de Vectalia estaba allí para solventar las dudas. «Esta mañana he tenido que ir desde el polígono hasta el ambulatorio nuevo y he gastado cuatro viajes, antes solo necesitaba dos para llegar», se quejaba Tomasa Cerrato, quien apuntaba que su hermana había llegado tarde al trabajo por los cambios en el servicio.

«Estamos echos un lío, pero habrá que tener paciencia para adaptarnos y espero que al final la reestructuración sea para mejor», manifestaba Antonio Silva desde el interior de la marquesina. «Hasta que no pasen unos días supongo que nos va a costar saber qué autobuses tenemos que coger», indicaba Concha Ángel.

El delegado de Transportes, Marco Antonio Guijarro, reconoce que en el primer día se han producido «desajustes», sobre todo porque «la gente quería saber a qué hora pasaba por cada parada el autobús». El edil explica que se conocía la hora de inicio y fin del recorrido, pero que el tiempo de paradas era aproximado. Con respecto a los nuevos horarios, anunció que «si hay que mover los horarios para que los usuarios puedan llegar a los puestos de trabajo se irá evaluando». La empresa concesionaria Vectalia avanzó que hoy se incorporarán dos nuevos vehículos que sustituirán a los más antiguos.