La ya habitual imagen de las calles más céntricas y comerciales de Mérida en verano con una niebla de agua propiciada por aspersores para paliar las altas temperaturas del verano seguirá este verano, pero sin tanta agua. El ayuntamiento aún no sabe cuándo activará este sistema de refrigeración, conocido como microclima, pero sí tiene claro que no va a malgastar el agua. Por ello, va a instalar un programador para controlar el sistema y que "regulará más o menos agua según la hora de mayor tránsito de personas en la calle", explicó ayer el concejal de Parques y Jardines, Manuel Jiménez.

El sistema de aspersores será el mismo, pero la cantidad de agua que desprendan no será regular a todas horas, sino que "habrá un programado que controlará para no desperdiciar agua cuando haya menos gente". Este modelo de climatización se ha aplicado en los dos últimos veranos y rebaja entre 8 y 10 grados la temperatura.

Todo el sistema funciona con 950 difusores de agua que están conectados entre sí por tres kilómetros de tuberías que salen de siete bombas de alta presión, de las que dos están instaladas en el ayuntamiento, tres en la oficina municipal de turismo y dos en la plaza del mercado de Calatrava. Consiste en un circuito de agua nebulizada que mediante las bombas de alta presión producen microgotas, que se evaporan cuando la temperatura es de 30 grados. En anteriores ocasiones, los difusores echaban agua durante cuatro minutos y descansan 30 segundos. Esta instalación consume 2.000 litros de agua diarios.