La multinacional Repsol baraja cuatro ciudades para sustituir a la planta de almacenamiento y llenado de butano de Mérida, desde donde se abastece la ciudad y buena parte de la región. Estas ciudades son Huelva, Puertollano (Ciudad Real), Pinto (Madrid) y Gijón.

Desde los sindicatos ven esta situación como preocupante, ya que además del coste social que supondrá el cierre de esta planta, de la que dependen 100 trabajadores (26 de plantilla y unos 70 de subcontratas para limpieza y vigilancia), se multiplicará por tres el transporte por carretera de camiones cargados con mercancía peligrosa.

También consideran que había problemas de abastecimiento en caso de que las condiciones climatológicas impidieran. o dificultaran, el transporte por carretera.

El pasado año, extremadura consumió 61.723 toneladas de gas butano en envases de más de ocho kilos y 16 toneladas en envases de menos de 8 kilos.

Por otra parte, la medida no afectará a los servicios técnicos de butano y de reparto, que seguirán con su trabajo habitual.

En cuanto a las causas que se barajan para el cierre de la planta de butano de Mérida, situada en el polígono industrial El Prado, uan de ellas es la pérdida del monopolio por parte de Repsol, a la que le han salido competidores, lo que provoco que la empresa iniciara una reestructuración de sus plantas que inició en el año 1993.

Así, la multinacional anunció hace unos meses este cierre, motivado por el descenso de las ventas de bombonas ante el auge del gas canalizado.

Por otra parte, los sindicatos se preparan para negociar con los responsables de la multinacional, reuniones que podrían empezar a finales del mes de agosto.

También tienen previsto solicitar entrevistas con responsables de la Junta de Extremadura y del ayuntamiento para explicarles la crisis laboral que se ha abierto en la planta de butano de Mérida.