El día de la patrona acabó en la madrugada de ayer de la peor manera y con un susto, el robo de varios cepillos, que no tenían mucho dinero, tanto de la iglesia como del museo de la cripta, que depende de la Junta de Extremadura. Por fortuna, la imagen de la mártir no la tocaron, a pesar de que estaba al alcance de la mano.

Los hechos ocurrieron entre las diez de la noche del miércoles y las nueve de la mañana de ayer. El ladrón aprovechó que el miércoles fue un día con muchas visitas a la basílica para ocultarse en algún rincón y allí esperar que cerrasen.

Cuando se encontró solo utilizó un velón para alumbrarse y un calcetín para no dejar huellas. Se llevó varios cepillos, pero contenían poco dinero.

El ladrón tuvo dificultades para salir, pero al final lo consiguió forzando el candado de una puerta lateral, tras intentarlo por otros lugares.