Las romerías siempre han sido lugar de copas y tertulias electorales. Las romerías suelen ser por esta época; en La Zarza, con la feria de ganado; la Cruz en Don Alvaro; la romería de La fuente de la pesetas , en Aljucén; El mamao , en El Carrascalejo; El jato , en Esparragalejo; y en Mérida, San Isidro.

Menudo mes de mayo, y el 25 hay que votar en las municipales.

Hay que visitar las romerías, tomar una copa bajo la encina y probar la tortilla de patatas, chuletas empanadas y el chorizo de la matanza casera y el lomo del vecino que siempre vota al que llega con ganas de tomar algo. Vino de pitarra y pan de pueblo.

Y con las romerías, las encuestas. Ayer, mientras llovía, en los soportales de la plaza de España, cuatro chicas y un chico entrevistaban a los que pasaban y les preguntaban por los candidatos.

¿Conoce a Pedro Acedo, Angel Calle, Vicente Ramírez, María Jesús Checa, y Juan Manuel Romera?

Oiga, ¿por qué no pregunta también por otro candidato a la alcaldía de Mérida por Extremadura Unida, Ricardo Ordóñez?

Ese no viene en mi lista y yo me ciño a lo que me ha dado la empresa, decían.

Las romerías son lugares de concentración ciudadana muy actas para buscar el voto mientras tomas una copa. Como la que tomaba ayer en el quiosco Jauja , donde en la II República celebraban conciertos de jazz, Pedro Acedo y Juan Ignacio Barrero. Venía José María Aznar y los quería ver unidos y de tertulia. Es posible que estuvieran quedando para una de las romerías cercanas que se celebran en esta época.

El próximo viernes comienza la pegada de carteles. Las fotos. Las sonrisas y el rodillo con el pegamento para que quede bien sujeto a la pared. Donde mejor se está es en las romerías viendo al candidato acompañado de una escolta de futuros concejales que, para que no se moleste el candidato, le ofrecen la copa, le pinchan la tortilla y le ponen en la mano el hueso de la chuleta.