Comer fuera de casa, estudiar fuera de casa y, ahora, hacer la colada fuera de casa. La sociedad del siglo XXI evoluciona a pasos agigantados hasta el punto de que se han trasladado al hogar tareas que habitualmente se llevan a cabo en el exterior, como hacer deporte o incluso el propio empleo, pero también se han llegado a externalizar labores tan domésticas como lavar la ropa.

Según la Asociación Española de Franquiciadores (AEF), en el sector de las tintorerías y lavanderías había 26 cadenas a finales de 2018, ocho más que hace dos años, con una cifra de negocio de 252 millones de euros. En total, suman 1.732 establecimientos, mientras que en el 2016 se contabilizaban 1.133. Luisa Masuet, presidenta de la asociación, niega que sea una moda temporal, sino un sector que se consolida y que se ha hecho su propio hueco, como así lo muestran varios años de crecimiento continuado. Sea una moda o no, lo cierto es que este tipo de establecimientos ya han llegado a la ciudad emeritense y lo han hecho para quedarse.

Rafael García de Prado es el propietario de Lavatutto en Mérida, una de las dos lavanderías autoservicio existentes en la localidad. Considera que el motivo del auge de este tipo de negocios se encuentra en un cambio del estilo de vida de la ciudadanía. «Cada vez hay más movilidad, por lo que hay gente a la que no le merece la pena comprarse una lavadora y afrontar los gastos de mantenimiento y luz», asegura. Así lo cree también Luis Vázquez, director comercial de lavanderías La Wash, quien considera que la conciliación de la vida familiar y laboral en la sociedad actual «no deja apenas tiempo para el ocio y las tareas domésticas», por lo que poder hacer la colada de una forma «sencilla, rápida y de calidad es muy necesario».

A pesar de ello, en la mentalidad de la población todavía no se ha asentado del todo la idea de que lavar la ropa fuera de casa puede acabar siendo más cómodo e incluso más barato que en el propio domicilio. Sin embargo, ninguno de los responsables de estas dos franquicias descartan la idea de abrir en un futuro próximo otro establecimiento o ampliar el que ya tienen. García de Prado confía en que la sociedad se acostumbre a utilizar este nuevo servicio en un periodo corto de uno o dos años, sobre todo a la hora de realizar lavados ocasionales en los cambios de temporada.

Es precisamente en esas transiciones donde la gente suele lanzarse a experimentar con las autolavanderías. «Una cantidad importante de los consumidores comienzan llevando a la lavandería los textiles más grandes y difíciles de lavar en casa como edredones, cortinas, sábanas y toallas», afirma Vázquez. Si quedan satisfechos con el resultado, muchos acaban sustituyendo su lavadora doméstica por la industrial autoservicio. Es el caso de Conchi, de Madrid, que suele venir a la capital extremeña para visitar a sus hijos, pero que prefiere hacer la colada en este tipo de establecimientos. Cuando regresa a su domicilio, vuelve a utilizar su lavadora normal, pero el buen servicio que ha experimentado en sus visitas a la ciudad emeritense le han hecho olvidarse de su casa cuando se trata de lavar piezas más complicadas como edredones y mantas.

Diferentes prestaciones

En el caso de Lavatutto, el usuario puede elegir entre lavadoras que soportan 12 o 16 kilos, dependiendo de sus necesidades. Un servicio de lavado y secado básico dura unos tres cuartos de hora y cuesta seis euros, de la misma forma que ocurre en lavanderías La Wash, cuyas máquinas tienen una capacidad de entre 9 y 19 kilos. Ambas cuentan con tarjetas de fidelización que proporcionan al cliente una serie de ventajas.

A ambos negocios se les unirá dentro de poco otro establecimiento más en la zona del hospital. Rafael asegura que, si no hay un cambio de mentalidad en el ciudadano, Mérida no podrá absorber tres lavanderías de forma regular. Luis, en cambio, cree que hay muchos factores más que influyen en la decisión del cliente a la hora de hacer la colada fuera de casa. De momento, lo único que es seguro es que las lavanderías autoservicio no tienen pensado marcharse de la ciudad.