Es posible que los ciudadanos de Mérida conozcan mucho mejor la historia de la ciudad en la época romana que lo que pasó hace dos siglos, cuando se pasó de las ruinas del imperio a la "ruina" económica y con un vacío de población importante por culpa de la Guerra de la Independencia, que dejó a la ciudad "absolutamente destruida". Son palabras del alcalde de Mérida, Angel Calle, en la presentación del libro Una ciudad en guerra. Mérida, 1808-1812 , en el que Alfonso Rodríguez y Magdalena Ortiz narran el sufrimiento de los emeritenses y recuerdan cómo era la vida en aquellos duros momentos.

De forma documental, esta obra, que ha ganado el primer premio de investigación histórica José María de Calatrava --convocado por Caja de Extremadura, cuenta "la vida diaria en Mérida, el sufrimiento, la miseria y el día a día durante los cinco años de la guerra", explica Ortiz.

Y es que no solo Mérida, sino toda Extremadura, tuvo un papel "importantísimo" en la victoria española sobre el ejército invasor en esta guerra, como recuerda Jesús Medina, presidente de Caja de Extremadura, ya que si algo bueno tuvo aquel evento es que sirvió para "aunar voluntades colectivas en España para luchar contra el ejército francés".

Para complementar este libro, en el patio del ayuntamiento se expone la muestra Cartografía de un espacio en guerra . En ella se incluyen un 53 mapas, planos, itinerarios y dibujos, procedentes, en su mayoría del Archivo Cartográfico y de Estudios Geográficos (Centro Geográfico del Ejército) y del Archivo General Militar de Madrid (Instituto de Historia y Cultura Militar). Mucho de este material son documentos manuscritos, piezas únicas, que revelan la importancia que tuvo la línea del Tajo y de la frontera luso-extremeña para la victoria española, según Medina, que anunció la convocatoria del II Premio José María de Calatrava bajo el epígrafe La guerra vivida y contada .

Todo se encuadra dentro de los actos organizados por Caja de Extremadura por el bicentenario de esta guerra.