No se me ocurre nada". Los vecinos de la barriada de San Bartolomé, al norte de Mérida y cercana al río Albarregas, están tan satisfechos con el estado de su zona que suelen quedarse sin respuesta cuando se les pregunta por sus reivindicaciones. Es el caso de la presidenta de la asociación vecinal, Isabel Vaquero, que detalla que ya hace unos años consiguieron algunas de sus principales demandas, como la reforma de la plaza del Santo Angel o el arreglo del desnivel de la avenida de Las Abadías, que se hizo con fondos del antiguo Plan E. Ahora apenas están pendientes de la poda de algunos árboles o de que se repinten algunos pasos de cebra, pero Vaquero afirma que en cuanto avisan de estas cuestiones suelen tener una rápida respuesta del ayuntamiento: "Siempre nos han atendido muy bien, tanto antes como ahora".

El barrio tiene su origen en una casas construidas por el empresario local Bartolomé Gil Collado, dueño de los almacenes del Palacio de la China, que las construyó para sus trabajadores y para alquilarlas. Son 149 viviendas, que luego se pusieron a la venta y ahora han sido heredadas o han cambiado de manos en muchos casos, a las que se han sumado nuevos chalés. En total, más de un millar de personas viven en la zona y la asociación vecinal ha llegado a superar los 200 miembros.

La crisis se deja sentir en la actividad de la organización de vecinos, que el año pasado no pudo celebrar sus tradicionales fiestas de agosto. Sin embargo, se mantiene la actividad religiosa, pues hay un profundo culto a San Bartolomé, cuya imagen se venera en una capilla localizada en un antiguo depósito de agua. Hay otro que se destina a guardar útiles de jardinería.

En cuanto a limpieza y seguridad, los residentes de Bartolomé están muy satisfechos con la atención que reciben. Aunque es un barrio pequeño, disfrutan de los servicios localizados en la cercana zona de Las Abadías y también albergan la sede de la organización ecologista Adenex, que, según aseguran, "aporta mucha vida al barrio", sobre todo por los visitantes que atrae para las actividades que organiza.