Reparar los desperfectos causados por el incendio del pasado 30 de noviembre en el hospital supondrá un desembolso de 450.000 euros para la Consejería de Sanidad y Consumo, que se emplearán sobre todo para reforzar paredes y mejorar las instalaciones eléctricas afectadas. Así lo puso ayer de manifiesto el consejero del ramo, Guillermo Fernández Vara, que acudió a petición propia a la Asamblea de Extremadura para explicar todo lo relacionado con ese suceso, y que aseguró que la normalidad en el centro sanitario "estará plenamente recuperada en un mes".

El titular de Sanidad dio a conocer los resultados del informe técnico encargado a una empresa de ingeniería forense y que indica que se "descarta la intencionalidad sobre las causas de incendio, que los sistemas de emergencias funcionaron con normalidad, que el dispositivo contra incendios funcionó, y que el origen está en una impresora ubicada en un despacho anexo a la sala de archivos por la alta temperatura de un fusor, y no por un cortocircuito", explicó.

Además, Fernández Vara reiteró que asume "la responsabilidad de todo: lo bueno, lo malo y lo regular, pero no la culpabilidad", señaló, "porque no soy culpable de nada". Sin embargo, reconoció que "probablemente, estuviera sobredimensionada la capacidad de los archivos".

En cualquier caso, destacó que en tres meses se van a poner en marcha todos los servicios con normalidad --desde la fecha del suceso--, en vez de en seis como en un principio estaba previsto, gracias, indicó, al trabajo realizado por todos los profesionales del centro hospitalario, del Servicio Extremeño de Salud, la Delegación del Gobierno y el ayuntamiento, a los que agradeció la colaboración prestada durante toda la noche del 30 de noviembre y los días sucesivos.

Además, recordó la "rápida actuación" del gabinete de crisis encabezado por el presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra y por él mismo, que analizaron la situación junto a los profesionales sanitarios, personal de seguridad del hospital y representantes del servicio de Urgencias y Emergencias 112, que tomaron las medidas necesarias y provocaron que ahora "hay motivos suficientes para estar tranquilos, porque estuvo a punto de cerrarse para evacuar a los enfermos".

UNA "BOMBA DE RELOJERIA"

El incendio se inició en una sala contigua a los archivos y destruyó 25.000 historiales clínicos. En este sentido, el diputado del PSOE, Juan Manuel Rodríguez Tabares recordó que el Gobierno del PP fue el que construyó el ala del hospital afectada y lo entregó "con una bomba de relojería en el sótano", donde estaban ubicados los archivos, ya que "en los edificios modernos los archivos están en un edificio adyacente".

Por ello, pidió al consejero que se haga un estudio en todos los hospitales extremeños "para sacar los archivos fuera del sótano de los edificios". Además, insinuó que "hay un tema importante y grave en la construcción del hospital", pero no entró en detalles.

Lo importante, reiteró, es que "hubo una catástrofe y se solucionó rápidamente, no como la catástrofe que ha ocurrido en Galicia, donde su presidente estaba de caza" después de la marea negra provocada por el Prestige .