Tras el éxito de su reciente trecenario y ya casi con la vista puesta en su día grande en diciembre, la patrona de la ciudad sigue siempre en la mente de muchos emeritenses. Es el caso de Carmelo Arribas, que hace poco se ha preocupado de la adscripción, errónea a su juicio, de una obra de Zurbarán en el que, según él, aparece la mártir emeritense. "Resulta llamativo que pese a las dudas que se ha tenido repetidamente sobre la denominación Santa Isabel de Turingia para ese cuadro de Francisco de Zurbarán, se dé por buena".

Con estas palabras, Arribas, que entre otras facetas es crítico de arte y experto en este pintor, además de vicepresidente de la asociación de la Mártir, se ha dirigido al Museo de Bellas Artes de Bilbao, de cuyos fondos forma parte esa pintura. Según detalla, se dio cuenta de su incorrecta asignación, desde su punto de vista, en una exposición en Sevilla, por lo que ha remitido un texto con amplia documentación al respecto al museo. Sus responsables le han agradecido su trabajo y desde el gabinete de comunicación apuntan que su departamento de investigación tendrá en cuenta sus aportaciones.

En su texto, Arribas recuerda que desde que Martin S. Soria identificase en 1953 en la obra Paintings of Zurbarán (Pinturas de Zurbarán, en español), dicha adscripción se ha puesto en duda en numerosas ocasiones. Algunos de los estudiosos que han planteado esta cuestión, expone, son Julián Gallego y José Gudiol o Alonso Pérez Sánchez. Además, indica que Juan Miguel Serrera, experto en Zurbarán, en un catálogo de una exposición en el Museo del Prado en 1988 descarta que la imagen sea de santa Isabel de Hungría --como también se denomina a santa Isabel de Turingia-- y plantea que "podría tratarse de Santa Eulalia martirizada joven en Barcelona en el año 334".

Arribas coincide con Serrera en que no puede tratarse de santa Isabel de Hungría porque la imagen de Zurbarán presenta tres símbolos del martirio --la palma del martirio, el acta martyrium y la corona con que fue premiada por sufrirlo--, mientras que santa Isabel no padeció este tipo de tormento. Pero además, se muestra convencido de que se trata de la santa emeritense, "no solo porque la de Barcelona sea un dúplice de la misma", sino por el origen extremeño de Zurbarán. Por ello, propone que se reconozca la denominación de santa Eulalia que ya reconocía el catálogo de Museo del Prado o que, al menos, se añada "un interrogante entre paréntesis".