La polémica sobre la suspensión del concierto de Sabina y la condena al promotor Agustín Tarazona ha derivado en un cruce de reproches entre los dos grupos políticos municipales, protagonizados por la entonces responsable municipal de Festejos, Begoña Saussol, del PP, y el actual concejal de Turismo, Roberto Olivera, del PSOE.

Saussol se defendió argumentando que el ayuntamiento no se personó como acusación particular porque así se lo aconsejó el gabinete jurídico del ayuntamiento. A cambio, asegura que presentó la denuncia que inició el proceso y colaboró como testigo en la instrucción de la causa, dejando todo el proceso en manos del ministerio fiscal.

Además, reprendió al actual equipo de Gobierno por acusarle de engañar a los ciudadanos y porque los concejales del PSOE "no se han molestado en defender los intereses de los emeritenses", dijo.

Olivera, por su parte, reiteró que debe haber responsabilidades políticas en las filas del PP porque los afectados que siguieron sus recomendaciones serán los que, de momento, no podrán cobrar el importe de las entradas.