MERIDA

Mérida vivió durante la II República una etapa cultural llena de acontecimientos que enriquecieron la ciudad y fueron la base de los futuros actos que en la actualidad siguen celebrándose.

Hoy son los Festivales de Teatro Clásico en el teatro romano, durante los meses de julio y agosto, con una consolidada asistencia de público que llena diariamente el aforo y es conocido en el mundo entero. Por esta escena han pasado tanto las mejores actrices y actores de este país, como lo más conocidos cantantes de todos los estilos.

COMIENZOS

En 1933 se inaugura el Parador Nacional Vía de la Plata; el instituto Santa Eulalia de segunda enseñanza, que se ubica en el cuartel de Artillería; el colegio público Suárez Somonte y se celebra, por primera vez, en el teatro romano de Mérida, un festival clásico con la representación de la obra Medea , de Séneca, en versión del escritor Miguel de Unamuno.

Su éxito tuvo repercusiones a todos los niveles con asistencia del presidente de la República, Manuel Azaña, con varios ministros y otras autoridades nacionales, regionales y locales.

COMISION

Por este éxito se crea uma comisión que la integra Cipriano Rivas Cherif, Asesor Literario y Artístico de la Compañía Xirgú-Borrás, fue director de escena de Medea y promotor de estos espectáculos con los escritores Arturo Gazul, López Prudencio, Santos Coco, Enrique Segura, Tomás Rabanal Brito y el beneplácito de los tres alcaldes que durante estos años de la República dirigieron la ciudad: Andrés Nito Carmona, Francisco López de Ayala y de la Vera y Asensio Masegosa.

El 18 de junio de 1933 se representó Medea y al año siguiente, para dar más vistosidad y empaque a la feria de septiembre, a 22.30 horas del día 3 y 7, se volvió a representar Medea por los mismos intérpretes: Margarita Xirgú y Enrique Borrás.

Los días 4, 6 y 8, a la misma hora, se celebraron varios conciertos de la Sinfónica de Madrid y danzas clásicas con intervención de jóvenes emeritenses, que pocos años antes habían actuado en el teatro Ponce de León, que se cerró en 1929.

Distintas asociaciones culturales tenían sus cuadros de actores como el Círculo de Artesano y la Sociedad del Liceo que habían representado obras de todo tipo y sus raíces eran de muchos años con dos grupos que disputaban sus buenas cualidades como actores: la Sociedad Lírico Dramática y la Nueva Sociedad Lírica, de ahí se surtieron para celebrar la Semana Romana tanto en las danzas clásicas como de pequeños papeles en las obras que se representaban, ya como actores secundarios o actuando de extras y comparsas.

El plato fuerte de este año de 1934 fue la obra Electra , el 5 de septiembre a las 18.00 horas, en homenaje a la memoria de José Ramón Mélida, con asistencia del presidente de la República, Manuel Azaña. La Electra representada en Mérida era una tragedia griega en versión de Hugo Von Hoffmannsthal, traducida por Eduardo Marquina y con Margarita Xirgú y Enrique Borrás como principales actores. Otro éxito que condicionaría el futuro.