Bicimérida, el servicio público de alquiler de bicicletas, crece. Pasa de tres a nueve bases, con lo que amplía su ámbito de actuación --el 80% de la población está a menos de cinco minutos caminando de una estación--, y de 50 a 110 bicicletas. Hoy comienzan a funcionar las nuevas estaciones de entrega y recogida de este medio de transporte que continuará siendo gratuito. Tan solo es necesario registrarse en la oficina del aparcamiento del Hernán Cortés para obtener la autorización y el código PIN que permite su utilización.

El alcalde de Mérida, Ángel Calle, y el consejero de Industria, Energía y Medio Ambiente, José Luis Navarro, asisten a la puesta en servicio de la base instalada en la avenida Vía de la Plata, junto al puente romano del Albarregas. Las otras se ubican en Antonio Campos Hoyos y en la avenida de la Constitución (junto al polideportivo Guadiana), en Nueva Ciudad; en la glorieta del Padre Panero en la avenida Juan Carlos I, en la avenida Lusitania, por debajo de la glorieta de Santa Teresa de Jornet, y en la avenida Reina Sofía, junto al Bibliocafé.

Estas se suman a las tres en funcionamiento desde el 2009 en el propio párking de Hernán Cortes, en el Paseo de Roma, junto a la parada de autobuses, y en la glorieta del puente Lusitania junto a la Biblioteca Pública del Estado Jesús Delgado Valhondo.

Con la puesta en marcha de esta segunda fase de implantación de Bicimérida, gracias a la aportación de 113.100 euros de la Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente, se aplican algunas novedades, aunque lo que no cambia es el precio, que seguirá siendo gratuito. Actualmente hay 550 usuarios registrados, aunque con la ampliación del sistema se espera que su número se triplique antes del verano.

A partir de ahora se creará la figura del Bici-Bus, que consiste en que todos los usuarios con Bonobús que lo comuniquen se les activará una función en su tarjeta para poder utilizar también el servicio de Bicimérida.

El alcalde avanza también un proyecto para favorecer la utilización por parte de los turistas y visitantes, que ahora no pueden hacerlo porque Bicimérida está destinado a residentes en Mérida y a los no residentes que trabajen o estudien en la ciudad. Para subsanar esta situación se pondrá en marcha una experiencia piloto de préstamo de bicicletas para los establecimientos hoteleros de la ciudad, para lo que se cuenta con una aportación de 53.000 euros del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).

Para el consejero, esta segunda fase "completa" el sistema y supone su "empujón" definitivo después de una primera implantación "modesta". Sostiene que en esta ocasión se ha primado el número de bases frente al de bicicletas, con el objetivo de llegar a la mayor población posible, y resaltó la importancia de fomentar medios de transporte sostenibles en momentos como el actual con los precios del petróleo marcando récords históricos.

Este sistema tiene un coste anual para el ayuntamiento de 56.581, que es el importe del servicio de mantenimiento que fue adjudicado el pasado mes de diciembre a la empresa Bicicletas de Castilla y León.

El alcalde apuntó la intención de continuar apostando por este servicio de transporte público que contribuye, dijo, a conseguir "una ciudad más amable", y apuntó futuras ampliaciones, aunque no detalló fechas ni cifras sobre el incremento del sistema, aunque sí subrayó que se pretende cubrir la mayor parte de la ciudad.