Cándido Sánchez, gerente del Hospital de Mérida, aseguró ayer que la detección de niveles más altos de lo habitual del hongo aspergillus en la Unidad de Prematuros no ha supuesto una alteración de la asistencia en esta zona y desmintió que se haya trasladado a los niños a otro hospital. Sánchez hizo un llamamiento a no crear alarma sobre una situación que calificó como "perfectamente normal".

Según explicó, una vez detectado en uno de los controles rutinarios que había subido la concentración del aspergillus, se dio el alta a varios de los niños ingresados en Prematuros (media docena en ese momento), y se trasladó a los dos restantes a otra zona de Pediatría.

"Lo único excepcional es que se dieron altas en sábado", manifestó. Una vez despejada la unidad, se procedió a su desinfección y al cambio de todos los filtros del aire acondicionado. Después se han tomado muestras en este recinto para ver si el nivel de aspergillus ha vuelto a la normalidad. "Cuando tengamos los resultados de este control, a la vuelta de 24 o 48 horas, decidiremos qué hacer", explicó. Si los niveles están dentro de lo que se considera admisible, la Unidad de Prematuros volverá a abrirse.

Mientras, desde el PP su presidente regional, Carlos Floriano, anunció que pedirá la comparecencia del consejero de Sanidad, Guillermo Fernández Vara, ante la Diputación Permanente de la Asamblea, para que explique quién es el culpable de que haya habido dos brotes de aspergillus en lo que va de año.