El 40% de la plantilla de la policía local --35 agentes-- trabaja en funciones que no le corresponden según la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) establecida en el ayuntamiento. Así lo denunciaron ayer los responsables policiales de los sindicatos CCOO, UGT, CSI-CSIF, y el Sindicato Profesional de Policías Municipales de España (SPPME), que tachan la situación que vive la delegación municipal como un "caos", aseguran que carecen de medios materiales y personales, y que los mandos les someten a "privación de derechos".

Los representantes sindicales de CCOO, Angel Guerrero; UGT, Juan Manuel González; CSI-CSIF, Carmelo García; y SPPME, Juan Francisco Jiménez, argumentaron ayer que "la situación de acoso a la dignidad personal y profesional hacia los componentes de este colectivo por parte de los mandos" merma la calidad de los servicios al ciudadano.

En este sentido, González anunció la intención de las centrales de presentar una demanda "por acoso laboral" contra el intendente mayor, al que acusan de un presunto delito de "coacciones y amenazas" a un oficial, y "presiones y discriminaciones a un subinspector", entre otras actuaciones.

Un ejemplo de ello, dijo, es lo que han hecho al oficial Casimiro García, que ha pasado a segunda actividad por edad y enfermedad, y los mandos le han destinado a las antiguas instalaciones de la policía, en la algodonera. "No tiene sentido que el oficial pase a vigilar aquellos edificios y, menos aún, que el equipo de Gobierno no haga nada al respecto", señaló González.

Respecto al destino de los policías ajenos a la RTP, Jiménez comentó que a estas personas se les deriva "ilegalmente" a otras labores, "a dedo", algo que conlleva que "se corte la carrera profesional de los agentes".

AUSENCIA DE VARGAS Por otro lado, los representantes sindicales denunciaron la actitud de la delegada municipal, Pilar Vargas, "que ni siquiera se ha presentado todavía a la plantilla", y que apenas les informa de cuestiones relevantes para su trabajo.

Además, destacaron la carencia de bienes materiales, como vehículos que tienen quince años, y que la mayoría registran más de 175.000 kilómetros. Así mismo, según estos sindicatos, la falta de personal provoca situaciones como la ocurrida en la madrugada de ayer, en la que sólo estaba patrullando un coche policial, con un sólo agente.

A esto hay que añadir, indicaron, la falta de cumplimiento de las normas que les exige proteger a las autoridades de la corporación local y vigilar sus edificios, tareas que en algunos casos hacen vigilantes de seguridad.