La colección visigoda del Museo Nacional de Arte Romano (MNAR) de Mérida, la más importante que se conserva en la península ibérica sobre la cultura visigoda, lleva décadas a la espera de disponer de un espacio expositivo acorde a su relevancia. La iglesia del convento de Santa Clara se habilitó en el año 1986 para exponer de manera provisional los fondos visigodos, a la espera de que se acordase la construcción de un nuevo edificio o bien la rehabilitación de alguno histórico que cubriera mejor las necesidades propias de una colección de tal envergadura, sin embargo, todo sigue igual 33 años más tarde.

Tras seis meses cerrada, la colección visigoda reabrió al público el martes pasado después de que finalizaran unas obras de reparación llevadas a cabo para evitar posibles desprendimientos de materiales, debido a la aparición de unas fisuras en la cúpula. La sala se cerró en el mes de marzo por seguridad, pese a que las obras arrancaron en julio, y han contado con una inversión de 17.413 euros sufragados por el Ministerio de Cultura y Deporte.

De vuelta al periplo de idas y venidas para buscar una ubicación digna para albergar las piezas, cabe destacar que en el año 2003, el Ministerio de Cultura aprobó la construcción de una sede para la colección visigoda en los terrenos del antiguo cuartel de la Guardia Civil, en una parcela de casi 3.700 metros cuadrados situada entre el teatro romano y el estadio, lo que permitiría aumentar el numero de visitantes al localizarse en pleno circuito arqueológico. Seis años más tarde, el Gobierno central publicaba el concurso para la redacción del proyecto arquitectónico y museográfico del nuevo espacio museístico.

Según los plazos previstos en el pliego de condiciones, así como las partidas que el Gobierno había reservado para el futuro centro en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) -11,5 millones de euros en total-, no sería hasta el 2013 cuando estuviera inaugurada la nueva sede para la colección visigoda. Sin embargo, a día de hoy el solar previsto para su construcción sigue vacío.

El Museo Visigodo de Mérida está muy lejos de ser una realidad, al menos, si se espera que su puesta en funcionamiento dependa de la financiación del Gobierno central. Desde hace años, los Presupuestos Generales del Estado han ido incluyendo y eliminando partidas destinadas a la construcción de una nueva sede. El último de ellos, el proyecto de PGE para 2019 presentado en enero por el Ejecutivo de Pedro Sánchez, no contemplaba ninguna partida presupuestaria para poner en marcha un proyecto.

Los presupuestos de 2018 incluyeron 60.000 euros para desarrollar el museo, con un presupuesto global de 561.720 euros, que se abonaría durante los dos ejercicios siguientes hasta finalizar la nueva instalación en 2020. Años atrás, la situación ha sido la misma, ya que no se ha llegado a ejecutar nada de lo presupuesado.

Sede del museo romano

La iglesia del convento de Santa Clara fue la primera sede del Museo Arqueológico de Mérida (antecedente del museo nacional de arte romano) desde su creación en 1838. Tras el traslado de la colección romana en 1986 al actual edificio del museo romano proyectado por el arquitecto Rafael Moneo, la iglesia ha alojado la exposición permanente de la colección visigoda. Cabe destacar que la iglesia y convento de Santa Clara es uno de los mejores ejemplos del barroco clasicista del siglo XVII. Tras la desamortización, el convento quedó en manos privadas, mientras que la iglesia pasó a pertenecer a la ciudad.

El templo emeritense es un edificio de cruz latina de nave única con dos tramos, cubierto con bóveda de cañón en sus naves y cúpula sobre pechinas en el crucero. En el exterior, destacan sus dos portadas de granito adinteladas en los extremos.