Un grupo de socios del Liceo, encabezados por Dionisio Blanco, está decidido a impugnar la asamblea celebrada el pasado viernes por la que se aprobó la venta del edificio por 3,2 millones de euros. El motivo que alegan es que en la citada reunión se sometió a aprobación la venta de edificio, cuando, a su entender, se debería haber decidido si se vendía o no.

Por su parte, el presidente del Liceo, Luis Villarino, afirmó que la asamblea del viernes fue informativa y que el acuerdo para poner en venta el edificio se tomó en octubre del 2005.

En cuanto a la asamblea, los socios dieron el visto bueno a la venta del edificio por 3,2 millones a la inmobiliaria Agimer, de Mérida, dirigida por tres socios, dos emeritenses y un madrileño. 78 socios votaron a favor; 5 en contra y un voto fue nulo.

Agimer también ha comprado dos locales comerciales en los bajos del Liceo.

ASPECTOS DEL ACUERDO El acuerdo alcanzado por la empresa inmobiliaria se ha traducido en un contrato de exclusividad, por el que la opción de compra del Liceo se mantiene hasta el 31 de diciembre de este año. Si llega esta fecha y Agimer no lo adquiere, se amplía el plazo otros tres meses.

Como contrapartida, el Liceo ha recibido de 240.000 euros, que la sociedad no tendrá que devolver en caso de que la inmobiliaria no se haya decidido a comprar. Este dinero se ha invertido en una serie de pagos que debían de realizar de una manera inmediata.

Por otro lado, el Liceo se ha reservado 400 metros cuadrados de una parte del local, donde se trasladarán una vez que se consuma la venta. Villarino indicó que aún no hay fecha para abandonar la actual sede, "en diciembre nos sentaremos ha hablar y allí decidiremos", manifestó.