«La sociedad debería de saber que tanto la guardia civil como la policía nacional somos un ejemplo de dedicación y entrega». Así se expresa Jaime Gil, agente de la policía nacional que el pasado jueves logró rescatar a una menor del interior de una vivienda de la calle Plasencia, en la barriada de San Lázaro, tras escalar por la fachada con la ayuda de su compañero. Los hechos sucedieron en torno a las 15.45 horas, cuando los dos agentes se encontraban de servicio patrullando por la zona centro y recibieron un aviso de la sala 091 advirtiéndoles de que una madre había salido al rellano de su casa a tirar la basura olvidándose las llaves en el interior del domicilio, donde estaba su hija de dos años.

«Salimos rápidamente para el domicilio y tardamos menos de tres minutos. Al llegar nos encontramos a la madre con una crisis de ansiedad muy fuerte porque decía que había una silla justo al lado de una ventana que estaba abierta, además de que no recordadaba si tenía el butano abierto o no y era de fácil acceso para la menor», relata el agente, que está destinado desde 2011 en la ciudad. Debido a que la situación requería actuar con celeridad, su compañero le ayudó a alcanzar una ventana de la fachada, desde la que fue escalando hasta llegar al balcón de la vivienda, en un segundo piso, y con más de cinco metros de altura. «Si me llego a caer me hubiese hecho mucho daño, pero en ese momento no piensas en ti mismo ni en tu integridad física, lo único que piensas es que tienes que ayudar», sostiene.

La escalada salió bien y al acceder al interior de la casa, la menor estaba llorando y se echó corriendo en los brazos del agente, que abrió la puerta del domicilio y se la entregó a su madre para que «se tranquilizaran las dos, porque tenían un disgusto de miedo».

«Un grupo de unas 20 o 30 personas de la barriada empezaron a aplaudirnos y a darnos los gracias. Fue un momento muy emotivo y satisfactorio», recuerda Gil, que reclama la equiparación salarial de la policía nacional y guardia civil con las policías autonómicas, principal reivindicación de la asociación Jusapol, de la que es portavoz en la región. «La policía nacional te garantiza una respuesta de emergencia en menos de cinco minutos, o al menos así lo intentamos, para ayudar a quien lo necesite», subraya Gil.