Las instalaciones del Ifeme han vuelto a convertirse en un gran recinto en el que degustar hasta 120 tapas diferentes, las que ofrecen los treinta establecimientos que participan en Tapear 2010, la segunda edición de la feria de la tapa de Mérida, que busca repetir, cuanto menos, el éxito del año pasado.

Desde los rulos de cabra con cebolla caramelizada y reducción de Pedro Ximénez o los rollitos de salmón con vinagreta de gulas, hasta los tradicionales jamón con salmorejo o el pincho moruno, la oferta es más que variada. Lo que no cambia es el precio. Todas a un euro, lo mismo que la bebida, ya sea cerveza, refresco, vino tinto o blanco.

Serán tres días hasta la tarde del domingo en el que los bares y restaurantes de la ciudad ponen sobre la mesa sus creaciones en forma de bocados. Algunos, como la taberna Lizarrán, repiten la experiencia en busca de unos ingresos que palien las mermadas cuentas que la crisis está dejando en el sector. Otros, como 13 Uvas, que abrió sus puertas hace dos meses, acuden a este escaparate para darse a conocer y hacer nuevos clientes.

En este foro el concejal de Turismo, Roberto Olivera, propuso a los hosteleros unirse en una asociación para fortalecer un sector "clave" para la ciudad.