A partir del día 1 de enero las tarifas de los taxis en Mérida costarán una media del 10% más caras, de acuerdo con la medida autorizada por la Comisión de Precios de la comunidad autónoma de Extremadura. Según publicó ayer el Diario Oficial de Extremadura (DOE), el servicio mínimo será de 2,80 euros, la bajada de bandera costará 1,42 euros; cada kilómetro, 0,80 euros; la hora de parada, 13,90; la salida de la estación de autobuses y de tren, 0,37 euros; el mismo suplemento que para recoger bolsos y maletas; mientras que si se transportan animales domésticos al cliente le supondrá 0,80 euros más. Además, el suplemento por domingos y festivos será de 1 euro, mientras que el servicio nocturno se pagará a 1,32 euros. Todas estas tarifas incluyen el IVA.

Los profesionales del taxi en Mérida defienden esta subida argumentando que "han estado congeladas durante los últimos siete años", algo que achacan al equipo de gobierno anterior. En cualquier caso, según Isidro Peláez, taxista encargado de negociar estos precios, asegura que, pese a ese 10% de incremento, los taxistas llevan un desfase del 26%, fruto de ese IPC acumulado que no han podido aplicar desde el año 2000.

LAS MAS BARATAS Sin embargo, incrementar ahora todo ese porcentaje perdido "que nos correponde por ley, sería presionar demasiado al ciudadano, por lo que acordamos ese 10% de subida general", comenta. En todo caso, reitera que en Mérida siguen aplicándose las tarifas más baratas de las ciudades extremeñas y que "todo ha ido subiendo, el gasoil, los precios de chapa y pintura, mientras hemos perdido el IPC".

Por otro lado, Peláez avala la gestión del actual equipo de gobierno respecto a las peticiones del sector, sobre todo en lo referido a ubicar una única parada en la plaza de España, porque "las dos paradas, las de Valverde Lillo y el paseo de Roma, creaban confusión al ciudadano".

Asimismo, afirma que el sector del taxi en Mérida no atraviesa su mejor momento; incluso hay intrusismo, pero "es algo que tenemos que asumir".