Los propietarios de los puestos de venta del mercado de Calatrava se han quedado con un sabor agridulce tras conocer esta semana de manera más detallada el proyecto de rehabilitación del edificio. Por un lado, están contentos porque van a poder tener mejores condiciones de trabajo con un mercado más moderno, pero; de otro lado, les asaltan dudas sobre algunos gastos que deberán afrontar ellos en relación, por ejemplo, al pago de 35 euros por metro cuadrado de los puestos o sobre cómo les va a influir en sus negocios que en la parte superior haya espacios para actividades comerciales complementarias. Algunos aseguran que pueden sufragar esos gastos, pero apoyan a aquellos que no tienen una economía suficiente como para hacerlo.

Mercasa, que es la empresa pública que se ha encargado de diseñar el proyecto, exige que los tenderos asuman el coste del equipamiento de sus nuevas instalaciones, y reclama que entreguen un aval bancario para asegurar su puesto en la plaza de abastos. Además, una vez hecha la reforma deberán pagar más al ayuntamiento por el canon que les cobran, y que en algunos casos duplicará el precio que pagan en la actualidad.

Todo ello ha provocado ya algunas quejas por parte de estos autónomos.