Los psiquiatras y psicólogos deberían recetar a sus pacientes cuatro fármacos que son baratos, no caducan y dan un resultado inmejorable. Nada de antidepresivos o pastillas para no dormir. Lo mejor: paseo, tertulia, copas con moderación y la partida de la tarde de dominó o cartas.

El río Guadiana, el Albarregas y el pantano de Proserpina son tres magníficos lugares para el paseo, de cuatro a cinco kilómetros. Baja el colesterol, los triglicéridos y la glucosa y te entra hambre, que la mitigas con los amigos a la hora del mediodía con unas copas de vino tinto y aperitivos de callos, morros, oreja, boquerones en vinagre, aceitunas, hígado asado y bien guisado, tencas en escabeche, tortilla de patatas o espárragos. Ya, aumenta un poco lo que antes has perdido con el paseo, pero está riquísimo.

Llegas a casa, comes, das la cabezadita oyendo la televisión pero sin verla, y llega la partida de dominó o de mus con los amigos. Y si esto se lleva a efecto, no hacen falta antidepresivos, ni otros fármacos que te puedan sacar de ese pozo de la depresión o la preocupación porque tienes que pasar por el urólogo para que te vea la próstata, o el cardiólogo que te hace la revisión anual.

Las enfermedades se pasan mejor en compañía y si esta compañía lleva aparejado un buen vino tinto, mejor. Los cardiólogos así lo aconsejan y ya se sabe, lo que hoy es malísimo viene un investigador y dice que es extraordinario, como las sardinas, que es un manjar y decían que era malo para todo, más para el colesterol. Ahora te lo recetan como un ingrediente aconsejable. Lo mejor, lo dicho: paseo, tertulia, copas y partida.