La plataforma logística de Mérida recupera poco a poco su volumen de transporte tras el parón generado por el coronavirus en los meses de marzo, abril y mayo. En concreto, la terminal de mercancías ha transportado entre enero y septiembre de este año un total de 5.576 contenedores o UTI (Unidad de Transporte Intermodal), con un máximo de 791 en enero y un mínimo de 414 en agosto. En este sentido, cabe destacar que la actividad va remontando ya que el pasado mes de septiembre el tráfico alcanzó los 706 contenedores.

Fuentes de la entidad pública Renfe, que gestiona las instalaciones junto con la operadora portuguesa Medway, aseguran a este diario que la actividad se está recuperando tras las crisis del covid-19, aunque señalan que «no hay que olvidar que seguimos en una situación especial a nivel mundial que también afecta al tráfico de mercancías». La terminal emeritense tiene un promedio de tráfico semanal de 12 trenes, teniendo en cuenta las entradas y salidas.

El eje de los tráficos de mercancías es Sevilla-Mérida-Puerto de Sines, con la terminal extremeña como centro. La mayoría de los trenes se mueven entre Mérida y el Puerto de Sines (Portugal), aunque también hay que se dirigen al Puerto de Sevilla. La mercancía que se transporta es, fundamentalmente, concentrado de tomate, aceitunas y perfiles de aluminio. En menor volumen, lana y vino.

El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), que es la propietaria de la plataforma logística, adjudicó en septiembre de 2017 su gestión «a riesgo y ventura» a la sociedad logística formada por los dos principales operadores ferroviarios de la península ibérica. La adjudicación se hizo por cinco años, con posibilidad de prorrogar otros dos. La terminal de mercancías tiene una extensión 21.000 metros cuadrados en los que cuenta con tres vías, una de 360 metros y dos de 260 metros, y el espacio se completa con un edificio de oficinas de 180 metros cuadrados.